miércoles, octubre 17, 2007

CUÁNDO OLVIDAMOS NUESTROS SUEÑOS?

Me encantó esta pequeña historieta (en inglés, anónima, cuyo título encabeza esta nota) que reprodujo en su blog Adrián Kosmaczewski. Adrián es un argentino/suizo que vive en Lausana y trabaja en Ginebra —lo que le permite 90 envidiables minutos diarios de calma lectura. Como es ingeniero de software —o sea, uno de esos tipos que hace posible que la simple gilada hagamos lo que hacemos con computadoras— en su blog es habitual encontrarse con posts del tipo “Re-inventing XMLHttpRequest: Cross-browser implementation” y cosas por el estilo. Pero también suele abordar temas más cercanos al común de los mortales. En cualquier caso, vale la pena una visita.

martes, octubre 09, 2007

ME PASÓ OTRA VEZ

Al final del post número cien de Porteños... incluí un numerito “100” con un efecto visual pedorro pero simpático. El efecto visual (flash) era generado por www.compteur.cc y contenía un link al sitio de este proveedor de huevadas. Hasta ahí todo bien. Excepto que quienes visitaban Porteños... se encontraban con pantallas de publicidad que se abrían subrepticiamente detrás de la pantalla principal del navegador. Huelga decir que este sitio tránsfuga no advierte al usuario que lo usarán para contrabandear publicidad. Ya me había pasado antes. Y, repitiendo lo que dije en aquella oportunidad: Fu.ck you, compteur.cc!

CALVINO, MOROCHO Y MULTICULTURAL

“Calvinus” es una marca de cerveza que vende unas 170 mil botellas anuales en bares, cafés y restaurantes de Calvin City. La novedad? Una nueva variedad, negra, que sale al mercado con un Calvino morocho en la etiqueta. Los hermanos Papinot, que fabrican la cerveza desde 1999, aprovechan el nuevo producto para “pasar un mensaje”: subrayar la vocación histórica de Ginebra como tierra de bienvenida, abierta al extranjero. Calvino fue, él mismo, un refugiado —recuerdan los Papinot a los olvidadizos. No tengo foto de la nueva cerveza, pero acá podés ver el sitio web, que está bueno.

domingo, octubre 07, 2007

SABEMOS LO QUE HICISTE EL VERANO PASADO

Es viernes, 07:40 de la mañana. Estoy a punto de salir de casa rumbo al trabajo cuando suena el teléfono. Es un agente de la Seguridad Municipal para avisarme que tengo que mover el auto. Anoche lo dejé estacionado en una zona marcada como “Prohibido estacionar a partir del viernes a las 08:00 horas”. “Pero faltan 20 minutos”, le digo. “Sí, pero se lo recordamos.” Cuando llego al auto saludo al agente y le digo que yo me acordaba e iba a mover el auto antes de las 08:00. “Hay gente que se olvida, otros no logran levantarse a tiempo —dice—. Preferimos avisarles, porque a las 08:00 los tenemos que multar.” Acompaña la palabra “multar” con el gesto de descargar la mano derecha, abierta y vertical como un hacha, sobre la palma de la mano izquierda. Le agradezco tanta gentileza, y me voy pensando en qué bien aceitadas tienen las bases de datos para pasar en un periquete de la patente del auto a mi teléfono hogareño. Qué más sabrán de mí?

sábado, octubre 06, 2007

SUENA TAN FAMILIAR

Leo en Le Temps de hoy una nota sobre Birmania: caza de opositores —gracias a los “servicios” de civil que filmaron y fotografiaron las manifestaciones—, detenciones nocturnas, presos sin atención médica, torturas... Y todo bajo las botas de “La Junta”. Suena tan familiar: Santiago / Buenos Aires / Rangoon. Parece que ayer era el día de postear en solidaridad con Birmania; yo me enteré hoy.

martes, octubre 02, 2007

TRISTE, SOLITARIO Y FINAL

Se llamaba Joseph y era un jubilado de 71 años que murió, solo, en su departamento hace año y medio. Que qué tiene de particular? No mucho, excepto que el hecho fue descubierto recién estos días. Los vecinos habían notado su desaparición, y el buzón llenándose de correspondencia, allá por marzo de 2006. “Nos dimos cuenta de que algo no andaba bien”, dice La Tribune de Genève que dijo uno de ellos. Dieciocho meses después, alguien decidió ver qué le había pasado a Joseph. Ocurrió en Allschwill, un suburbio de Basilea.

lunes, octubre 01, 2007

NO CHAMUSQUÉIS AL MONARCA, COÑO

Parece que se está poniendo de moda, en ciertas regiones de la madre patria, quemar fotos del rey Juan Carlos y su majestuosa consorte. No es de buen gusto, che! Ni ecológico, si vamos al caso. Toda quematina de papeles u otros materiales contribuye al calentamiento global, para no hablar del político. Me parece que hasta era más simpático cuando los príncipes de Asturias aparecían caricaturizados en la tapa de la revista El Jueves. El sitio de la Deutsche Welle (en español) se pregunta si se prepara en España el debate “monarquía o república”, que —dice la DW— la sociedad española no habría llevado aún a cabo porque “hasta ahora le ha faltado la madurez, el tiempo o el valor”. Qué ortibas, los teutones.

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