31 AÑOS
Parece mentira que haya pasado tanto tiempo desde aquella mañana en que no pude ir al colegio porque los militares habían “dado un golpe”. Cuánto silencio —que “es salud”, te acordás?—, cuánto miedo, cuánto horror vendrían después. Y cuánta hipocresía de parte de algunos. Pero también cuánto coraje, cuánta dignidad de parte de otros. Nada, eso: una palabra de homenaje a los que no claudicaron.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home